lunes, 2 de enero de 2017

Barniz base agua en procesos de repintado.

La mayor toma de conciencia sobre el impacto medio ambiental que se deriva de nuestras actividades, así como los cambios legislativos derivados de estos, fuerzan al sector industrial a adaptarse y reinventarse para ajustar y minimizar dicho impacto. Sin querer arrancar un debate en esta entrada sobre la celeridad de este proceso, la magnitud del mismo, y si esta es suficiente o adecuada a las necesidades medio ambientales, la cual cosa es controvertido, es justo decir que el sector de la reparación y mantenimiento del automóvil no es ajeno a dichos cambios.

En la actualidad están cogiendo fuerza el empleo de barnices con base acuosa en los procesos de repintado del automóvil, reduciendo considerablemente las emisiones (Volatile Organic Compound) respecto a las lacas hasta el momento empleadas con base disolvente.

Todo y que es cierto que los grandes fabricantes se lanzaron a la carrera por desarrollas dichos barnices base agua hace años, no ha sido hasta la actualidad cuando la tecnología de estos ofrece unos acabados óptimos, capaces de posicionarse como productos a tener muy en cuenta a la hora de escoger barniz. Estos no solo ofrecen calidad de acabado comparables a las lacas tradicionales y tiempos de secado razonables, sino que incluso el característico velo blanquecino que aparece en el momento de aplicar puede  ayudarnos a conseguir igualar densidades de aplicación en el total de la pieza a reparar.

Es justo apuntar que a día de hoy los precios de estos barnices siguen siendo muy superiores a los de sus homólogos base disolventes, y que estos últimos han sido mejorados por tal de estar dentro de parámetros de emisiones VOC, por tanto ser aptos para su utilización. Entonces: 


¿Por qué íbamos a utilizar un disolvente base acuosa si los tradicionales me ofrecen exactamente el mismo resultado a un precio mucho más bajo?





La pregunta es cierta y lícita, y posiblemente la respuesta sería que hasta que los legisladores no tomen posturas más firmes en cuanto emisiones en productos de repintado, el uso de estos productos va a continuar siendo muy reducido. Por otro lado, la industria y los principales fabricantes aseguran poder continuar desarrollando los productos con base disolvente por tal de adecuarse a futuros endurecimientos de la ley. Pero estos ajusten tienen, a la fuerza, un numero finito de evoluciones, y la inversión en desarrollo de las grandes marcas de barnices acuosos evidencian que estos son el futuro inmediato.

Habría que apuntar, que los proveedores de estos productos dicen trabajar muy bien los barnices base agua en talleres, que por su localización cercana a zonas residenciales o viviendas, como podría ser el caso de los talleres multi-marca o concesionarios oficiales que se encuentran en el núcleo urbano de Barcelona, se ven de alguna manera abocados a usarlos por tal de "mantener la paz con los vecinos", y evitar así los fuertes olores a disolvente de las lacas tradicionales. 


Más allá de los barnices, el sector está desarrollando y empleando otros productos más respetuosos con el medio ambiente como aparejos y desengrasantes base agua, los cuales merecerán una entrada próxima.